Hoy hace ya tres semanas exactas que no publico ningún nuevo post. Estoy enferma de estar enferma… No tengo ganas de nada.
Vivo "desconectada" del mundo: mi móvil está apagado desde hace un mes, sólo atiendo las llamadas al fijo de los médicos (van a volver a ingresarme para hacerme un nuevo estudio), apenas veo la tele (casi casi sólo las noticias -porque las ve maridito-, así que estoy al tanto de la CATÁSTROFE de Japón, del conflicto de Libia, de la situación de Nueva RUMASA…)
Tira de Ramón publicada en "El País" el 14 de marzo de 2011
¡¡¡Menudo mes de marzo (y aún quedan -crucemos los dedos…- 14 días…) y menudo momento para seguir/estar enferm@!!! Pero un@ no puede elegir cuándo enfermar (si así fuera yo siempre estaría OK)… Y lo que es más sorprendente en mí: ¡¡¡ni me conecto a Internet!!! No quiero ni pensar en los correos que tendré "esperando" entre las cuentas personales y laborales… Pa qué decir ná más, ¿no?… Creo que con esto que os acabo de contar os podéis hacer una idea de cómo estoy: los médicos siguen sin saber qué me pasa, y yo sigo igual (con una leve mejoría, pero mal). La siguiente foto ilustra exactamente cómo me siento (por dentro y por fuera…)
El caso es que ya han pasado poco menos de cuatro meses (¡¡¡he estado jo***a todo el invierno!!!): apenas salgo de casa, y cuando lo hago es para ir al médico que me toque ese día… Aunque los días ya son más largos (lo sé porque enciendo la luz sobre las siete o siete y pico), no me apetece nada salir, principalmente para no encontrarme con nadie porque… ¿a quién puede apetecerle tener que contar que sigues enferm@ un día y otro y otro y otro…, que ya has ido a un montón de médicos, que ya te han hecho un montón de pruebas y que no saben qué te pasa…? Pero eso no es lo que más odio: lo que más me "repatea el higadillo" es tener que escuchar las opiniones, soluciones, terapias, brebajes, hierbajos y otros consejos varios que todo el mundo tiene sobre mí y mi enfermedad… que ni escucho (para no cabrearme más y mandarl@s-a-tomar-por-culo en ese mismo momento porque ya estoy haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarta de todo eso, *oder!!!!!!!), y que, sobretodo, ni me va a arreglar nada, ni me apetece tener que aguantar estoicamente cada vez que alguien me llama o me encuentra por la calle… Casi casi que voy a tener que hacer como el "güindows", y salir a la calle con tres WARNINGs luminosos bien grandes: a la altura de las *etas, del *ulo y otro en la frente, pa que no haya ningún/a despistao/despistá que no se entere de que no lo aguanto más!!!!!!
Visto en www.kevinspear.com
Y es que la gente se debe aburrir mucho…. o todo el mundo es muy list@: estoy comprobando que en España (¡¡¡toooma encuestón!!! ¡¡¡qué Sigma2 ni farrapos de gaita, hombre!!!), además de Fútbol y de Informática, tooooooooooooooodo el mundo sabe de medicina…. *oder, *oder, *oder… Total, que me "enverdan" (si miráis el dibujo siguiente, lo entenderéis).
Pues eso, que para evitar tooooodo eso, mejor en casita, a mi aire, y evitando pensar en nada… Lo cierto es que debo tener el cerebro tan harto de tó, que ya ni pienso en ná… ¡¡¡Qué agustico mimá!!!
¿Que cómo lo consigo? Pues como sigo bastante *odidilla, he tenido que aplazar (again and again, ¡¡¡qué cruz!!!) ponerme con la casa de muñecas (la que os conté que me habían regalado mis suegros -cuando aún no lo eran- hace 12 años), y como sigo tumbada (en todos los sentidos…), pues estoy haciendo alfombras para la casa (de muñecas, claro). Estoy utilizando varias técnicas distintas. Os hablaré de ello en otro post, para no mezclar temas.
Nos vemos (leemos)!
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